Fundamentos
Sabemos que existen diversas patologías complejas, donde el entorno que rodea al paciente es de fundamental importancia para atravesar y transitar la enfermedad, ya que es un proceso largo, difícil y que abarca diversos aspectos.
En esta complejidad se prioriza contener al paciente en todas sus dimensiones pues es quien experimenta la afección. Pero ¿Qué sucede con el entorno inmediato? ¿Cómo se siente cada niño/joven que ve a su mamá o papá afectado por tal enfermedad? ¿Cómo transita ese cambio de roles repentinos?. Las familias lo abordan de distintas formas dentro del hogar, pero los niños, niñas y adolescentes pasan gran parte de su día en las escuelas convirtiendo a la comunidad educativa en un actor fundamental de contención y acompañamiento en su crecimiento. Mientras viven una situación tan especial en sus hogares deben tejer sus redes sociales con pares que no llegan a comprender esa situación porque están muy lejos de esa realidad. CruZar busca ser un puente para acortar esas distancias.
Estudios recientes ponen luz sobre la temática, en una encuesta realizada y presentada en ESMO 2021 se concluyó que casi el 90% de los padres informaron problemas de comunicación (con sus hijos) acerca de la enfermedad y más del 40% optaron por no revelar toda la verdad sobre la patología.
Entre los pacientes está muy extendida la idea de que al no compartir información sobre la enfermedad, se está protegiendo el equilibrio psicosocial de los menores. En el 96 % de los casos de estudio, los padres refieren cambios de comportamiento en sus hijos, que van desde ansiedad y depresión, pasando por dificultades académicas, hasta violencia y problemas de adicción, pero solo el 10 % de los progenitores consultaron a un psicólogo infantil. Estos mismos niños y jóvenes son los que habitan nuestras aulas con una realidad agobiante y poco compartida porque no existe el hábito de hablar de estos temas.
Existe una clara necesidad de incrementar el conocimiento sobre el papel que juegan las dimensiones psicológicas y emocionales en la vida de las personas. Se debe tener en cuenta el hecho de que los niños realizan su propia interpretación de la vida y pueden sufrir mucho cuando no cuentan con adultos que les ayuden a gestionar las emociones” (Clerici,2021).
El crecimiento de estos niños, niñas y adolescentes estará marcado por el desafío que supone encontrar en el progenitor sano, en sus relaciones sociales y emocionales, oportunidades para compensar la situación. Es por todo esto y porque estamos convencidos de que estos niños necesitan sentirse reconocidos, acompañados, sostenidos y que puedan encontrar sentidos y ganas de vivir la vida más allá de los que les sucede. Este es el sentido principal de haber creado CruZar.
Es pensando en nuestros niños, niñas y adolescentes que Cruzar tiene por objetivo visibilizar la temática en las Instituciones Educativas, para que ellos encuentren en el colegio un lugar que los comprenda y sepa cómo contenerlos. Crear a través de propuestas lúdicas y artísticas ese espacio tan necesario en etapas fundamentales de sus vidas.
Es trabajando con los docentes y las autoridades qué podemos lograr que el aula sea un lugar amigable para aquellos niños, niñas y adolescentes que pueden expresar fácilmente sus miedos, angustias y enojos.
Solo un ejemplo: cada comienzo de clases aparece la pregunta más temida por nuestros hijos: ¿Cómo la pasaron en las vacaciones? Cuando un niño o niña estuvo acompañando a uno de sus padres en un tratamiento, esa pregunta lejos de revivir momentos alegres talla hondo en su angustia.
Simplemente reformulando la actividad podemos evitar ese momento tan temido.
A través de los talleres de emociones la Red CruZar se propone acompañar a los docentes a repensar sus actividades, a reformularlas juntos de modo que se tome conciencia que existen propuestas que pueden disparar sentimientos de angustia y desigualdad. Generar espacios que permitan que los niños , niñas y adolescentes puedan responder libremente sabiendo que el grupo va a ser empático ante las respuesta. En definitiva, que la palabra circule en un ambiente que incluya distintas realidades.